Debemos permitir que el niño tome decisiones y animarlo a expresar su opinión en situaciones de su día a día para que así sea más autónomo y gane confianza en sí mismo.
Por Jaime Ancajima. 12 abril, 2021.Cuando converso con alumnas que están estudiando para ser profesoras de Inicial y de Primaria, o con algunos docentes que ya están trabajando en dichos niveles, siempre enfatizamos la gran importancia que su labor educativa tiene, pues para muchos es “fácil” o “no demanda mayor esfuerzo” el enseñar y educar a niños. Sin embargo, la actual situación mundial de la pandemia ha permitido a la sociedad en su conjunto y, en especial, a los padres de familia “darse cuenta”, tomar consciencia y valorar la gran labor que estos profesores realizan, diariamente, con sus hijos.
Precisamente, dentro de la educación, una de las cuatro habilidades del siglo 21 que se deben desarrollar en los niños es el pensamiento crítico, junto con la creatividad, la colaboración y la comunicación. El desarrollo del pensamiento crítico es la capacidad de razonar y pensar con lógica; analizar y juzgar las situaciones adecuadamente y actuar con una base, con fundamento. Es una habilidad que no solo ayuda al niño a afianzar mejor lo que aprende o a resolver los exámenes con mayor facilidad, sino que le preparará para enfrentarse al mundo que le rodea, a los problemas de la vida, a los momentos, a la toma de decisiones y a afrontar experiencias futuras, entre otras cosas.
A continuación, algunas de las recomendaciones de los especialistas en educación para desarrollar el pensamiento crítico en nuestros niños: en primer lugar, en el hogar, se debe fomentar en ellos le amor por el conocimiento, respondiendo a todas las preguntas que nos hacen nuestros hijos; debemos ayudar a los niños aportándoles información, cuanta más tengan, mejor serpa su proceso de saber elegir y reaccionar ante ciertas situaciones o actividades.
Asimismo, debemos ayudarles a comprender lo que leen, ven, aprenden o se les explica de acuerdo con su edad y desarrollo intelectual. Debemos enseñarles a conocer las causas y efectos de las cosas, de las reacciones, de los pensamientos, hechos e ideas. Podemos ayudarles, por ejemplo, a entender una noticia o un artículo sencillo, sabiendo distinguir qué es lo más importante, relevante o secundario. De igual forma, debemos fomentar la argumentación.
También hace falta que se les trasmita algunos valores fundamentales, de tal manera que cuando el niño vaya a tomar una decisión o se forme una opinión sobre algo o alguien aplique la objetividad y apele a sus convicciones y a la ética. Finalmente, debemos permitir que el niño tome decisiones y animarlo a expresar su opinión en situaciones de su día a día para que así sea más autónomo y gane confianza en sí mismo.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.